Texto: Efesios 1:4 “Según el nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él”
Muchos al hablar de liderazgo, a veces se entretienen con fantasías románticas acerca de la gloria y la atención que acompañan al liderazgo.
Una frase que dijo una vez Martin Lutero “Dios usa las aspiraciones para empujarnos a ocupar cargos.” Osea que al parecer Dios usa nuestros deseos dirigidos hacia nuestra propia persona para llevarnos a un lugar donde nos pueda enseñar la dificil lección de servir a los demás.
Porque el liderazgo es una escuela de la personalidad.
Liderazgo significa levantarse temprano para orar, estar primero antes que cualquier celula o reunión empiece, retirarte al final cuando ya esta todo terminado, recibir muchas criticas, aprender a trabajar sin dinero, sin gente, sin lideres suficientes.
Y talvez pensamos en renunciar en varias ocasiones. Pero en esos precisos momentos tan dolorosos es cuando estamos donde Dios nos quiere.
Talvez pensabamos que convertirnos en líderes nos daría emoción, crecimiento y resultados; que nos haría felices.
Pero Dios busca algo más valioso: hacernos santos.
El quiere el suave y valioso oro que se halla en el corazón de la montaña, y va a mover lo que sea para llegar a el. Dios no tiene miedo de usar la critica, el desaliento, las limitaciones para hacer estallar las rocas endurecidas, para que se moldeen de acuerdo a su voluntad y para llegar a la santidad en nuestras vidas.
Hoy te quiero dar una nueva perspectiva, ¿te sentis cansado o desalentado por las dificultades que acompañan al liderazgo cristiano? Esas dificultades no significan siempre que vos hayas hecho algo mal. Tal vez significan que Dios está haciendo algo bien. Te esta haciendo santo.
MI VIDA DEBE IR MAS ALLA DE LAS APARIENCIAS...
Muchachos yo proclamo sobre la vida de ustedes bendiciones, y van a ser los mejores profesionales, y el dinero no va a ser un problema para ustedes, pero lo que muchas veces me deja en duda es: ¿Van a ser buenos líderes? ¿Será que van a ir más allá de lo que la mayoría va? ¿O van a ser uno más del monton?
¿Como esta tu relación diaria con Dios?
¿Estas orando todos los días, y capacitandote en la palabra de Dios?
¿Cuando fue la última vez que tuviste una entrevista con tus discipulos?
¿Cuando fue la última vez que ganaste un alma para Cristo?
¿Estas hablando mal, pensando mal de otras personas?
¿Estas guardando rencor contra alguien?
¿En tu casa como es tu testimonio?
¿Estas mejorando tu carácter, o seguis teniendo problemas con el?
Lo lindo es cuando reconocemos nuestros errores, y los cambiamos, si una vez se dice de nosotros algo y si tienen razón, que ya no se pueda decir nunca más porque cambiamos.
Yo debo buscar la santidad, ser santo es lo mejor que puede tener mi vida, nada más, no importa mi apariencia, eso no cuenta, ni lo bien que sepa cantar o hablar, lo que vale es la relación que llevo ante los ojos de Dios, y el se encarga del resto.
