lunes, 29 de octubre de 2012

COMO DESARROLLO UN GRUPO JUVENIL EFICAZ?


Creo que nuestros grupos de jóvenes debieran tener algunas características:
- Comprometido
- Consagrado
- Dispuesto
- Inspirador
- Visionario
¡Y con Propósito!
Si vamos a trabajar con jóvenes, debemos empezar a creer en la importancia de nuestro trabajo, tener la convicción que la juventud tiene una misión que cumplir, una tarea que realizar.
Creo que lo que hacemos está condicionado por lo que pensamos. Debemos darle la justa importancia que tiene nuestro trabajo con los jóvenes.
Dios está interesado en capacitar a los jóvenes de este tiempo, en impulsarlos a ser protagonistas de la hora que nos toca vivir.
Pablo le escribe al joven ministro Timoteo, en 1° Timoteo 4:12 - “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.”

Jóvenes con Propósito y Destino

Debemos sembrar en nuestros jóvenes un profundo sentido de propósito y de destino en sus vidas. Quisiera desarrollar estos dos conceptos:

1.- Propósito
La Real Academia Española, define “propósito” como “ánimo, intención, designio, objetivo, mirar hacia el logro de un determinado fin.”
Podemos definirlo como: “el hecho de pensar en realizar una cosa”; o como: “objetivo, finalidad.”
Debemos tener en claro un propósito a la hora de desarrollar una actividad.
Sería imposible llegar a un objetivo si primero no lo trazamos.
Creo que Dios le ha dado un propósito sublime a esta generación de jóvenes cristianos y es “Afectar la generación que nos toca vivir.”
El libro de los Hechos 13:36 nos señala que: “David después de servir a su propia generación conforme al propósito de Dios, murió”.
Creo con todo mi corazón, que debemos levantarnos como el recurso de Dios en la tierra para bendecir nuestras naciones.
Jesús tenía propósito. En San Lucas 2:49, Jesús dice: “...en los negocios de mi Padre me es necesario estar.”
De esta declaración podemos extraer tres enseñanzas:

Jesús sabía que no era huérfano. Nosotros podemos declarar con fervor y convicción que no estamos solos, tenemos Padre. Un Padre bueno que nos ama y desea lo mejor para nosotros.

Jesús tenía un propósito: estar en los negocios de Su Padre. Había una razón por la que Él estaba en la tierra. Y también hay una razón por la que estamos aquí: Dios nos ha llamado a afectar nuestra generación.

Jesús se ocupó de lo necesario. Nosotros también, debemos aprender a ocuparnos de las cosas que nos llevan a cumplir el propósito de Dios en nuestras vidas.

No te distraigas en las malas cosas, ni aún en las aparentes “buenas cosas”, que te hacen perder el propósito de Dios en tu vida.
La Biblia nos habla con claridad sobre nuestro propósito, en Romanos 8:19 dice: "el mundo clama por la manifestación de los hijos de Dios.”
Cada grupo de jóvenes debe manifestar la gloria de Dios en su barrio, en su zona de influencia, ejercer una acción , impactar en el lugar donde Dios les ha puesto.

2.- Destino
Este es el otro concepto importante para sembrar en nuestros jóvenes. En este caso la Real Academia Española define como “destino” al “encadenamiento de sucesos considerados como necesarios para lograr algo o llegar a un lugar”. Es también “el lugar en que ha de servir una persona” y se refiere específicamente a la ocupación o empleo.
Podemos decir que es “ el lugar adonde se dirige una persona .”
Nunca llegarás a un lugar si primero no defines adonde deseas ir.
Debemos transmitir a los jóvenes, que en Dios tienen un destino de gloria.
El ejemplo del joven José , según el libro de Génesis en el capitulo 41, es sumamente inspirador. El sabía que tenía un destino de gloria sobre su vida, por eso se mantuvo firme a pesar de las circunstancias que le tocó vivir.
Cuando era muy joven Dios le dio dos sueños (Gén.37:7-10) y José entendió que Dios lo llamaba para algo grande. En aquel momento era el menor de la familia, pero en el futuro le aguardaba un lugar de honra y prestigio.

Entendió que todo lo sucedido: la envidia de sus hermanos, cuando quisieron matarlo, cuando estuvo dentro de la cisterna, cuando lo vendieron sus mismos hermanos, los sucesos que debió vivir con la caravana de esclavos, o bien en el palacio frente a la mujer de Potifar, en la cárcel cuando interpretaba los sueños del panadero y el copero, y finalmente con el mismo Faraón; todos eran hechos que tenían que ver con su Propósito, pero él se mantuvo firme porque sabía que había un destino de gloria sobre su vida y no estaba dispuesto a echarlo a perder.
Sueño y presencia de Dios, sostendrán tu vida bajo cualquier circunstancia.
Cuando tú siembras en tus jóvenes un destino de gloria, cuando les hablas de lo maravilloso que Dios ha reservado para cada uno, cuando proclamas que a los que “hacen Su voluntad” les espera un final dichoso, la propuesta se hace más que atrayente y difícilmente esto no anime, motive e inspire a tus jóvenes.

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