lunes, 7 de marzo de 2011

TE ROBARAN LA TIENDA

Un día, Sherlock Holmes y su asistente, Watson, salieron a acampar. En medio de la noche, Sherlock se despertó, se volvió y preguntó a Watson: ¿Que ves, mi querido Watson? -Watson respondió: Veo la estrella polar, la cual nos ha guiado hasta aquí. Más allá veo la Osa Mayor y la cola de Orión. También puedo distinguir los límites de la Vía Lactea y sé que hay muchos universos expandiéndose más alla.
Watson iba a continuar su extasiada explicación cuando Sherlock le dio un codazo y le dijo: Watson, animal!!!, nos robaron la tiendaaa!.
Mientras Watson se extasiaba describiendo la belleza del universo que veía sobre ellos, el detective Holmes estaba pensando en que les era posible ver el cielo estrellado debido a que alguien les había robado la tienda bajo la cual dormían.
En cierta ocasión, Jesús se describió como "un ladrón en la noche". Me gusta la idea de venir a robarnos la tienda, la tienda de nuestra limitada perspectiva, la tienda de nuestro entendimiento frágil y dividido, la tienda que creemos que nos está dando seguridad pero que en realidad nos está impidiendo ver el universo.
Como niños amontonados en una tienda, hablamos entre nosotros a la luz de nuestras pequeñas linternas y nos consideramos tremendos aventureros sin que ni siquiera hubiéramos salido del patio de la casa.
Dios tiene impaciencia con la gente de duro entendimiento. La obstinación es la prima hermana de la arrogancia y siempre antes de la caída se encuentra el orgullo. Cuando creemos que lo sabemos todo, cuando rehusamos intentar hacer las cosas de una manera diferente, cuando estamos decididos a ser inflexibles e ignorantes, estamos condenados al fracaso.
Un tiempo atrás hice una fiesta de cumpleaños para una amiga. Cuando una de las invitadas llego, pidió disculpas por llegar un poco tarde esto porque no encontraba sus anteojos. Se rió y nos dijo "al final agarre los primeros que encontre. Creo que son de mi mama" Todos nos reímos mientras ella nos explicaba lo dificil que era manejar el vehiculo mirando a través de los anteojos de otra persona.
¿Cuantas veces usamos los anteojos de nuestros padres cuando vamos en un viaje y no usamos "ojos nuevos" para que el mundo?! Demasiadas veces repetimos los patrones negativos de nuestros padres. Supongo que así se cre la cultura. Y que así es como se declina también.
Si solo abrimos los ojos a nuevas formas de relacionarnos, ver y hacer. Si solo nos concretráramos no en la tienda que nos han robado, sino en nuestra repentina admiración al ver el universo.

Algunas preguntas:
- ¿En que aspectos de tu vida estas usando los anteojos de tu mama o papa?
- ¿Cuan grande es tu tienda?
- ¿Cuan limitante es?

No hay comentarios:

Publicar un comentario