“Si sos un visionario no vas a permitir que las cosas negativas ocupen un espacio en tu vida”.
Talvez no puedas arreglar asi nomas lo que anda mal, pero podes sacartelo de encima. A veces, rápidamente, y otras, a través de un proceso; pero si hay un diente infectado, lo tenes que arrancar. Quitarte de encima “la energía negativa”.
A veces, esta energía negativa es generada por la presencia de cosas que son verdaderamente negativas, tales como un problema importante sin resolver con un proyecto o un compañero de trabajo. Otras, proviene de cosas que no son malas innatamente, sino que, simplemente, no son lo mejor para la persona involucrada. Estos elementos negativos menores son los que distraen de esos profundos deseos de su corazón o de las cosas más importantes de la vida. Y pueden arruinar sus sueños tan rápidamente como las cosas malas.
El apóstol Pablo le dijo a los corintios “Todo me está permitido”, pero no todo es para mi bien. “Todo me esta permitido”, pero no dejaré que nada me domine (1 Corintios 6:12). Esta resuelto a no dejar que ni siquiera las cosas que estaban bien lo controlaran de alguna manera. Hasta las cosas buenas que consumen tiempo, recursos, energía y atención, y no te conducen adonde quieras ir son negativas.
Los visionarios llenan la caríes en las cosas malas menores y arrancan las mayores.
Ejemplos de energía negativa en la vida de un líder pueden ser: fisicos (como la basura que se acumula en nuestro escritorio o archivos en la computadora), de relación (como las personas que son una mala influencia para vos) y emocionales (como una ansiedad o preocupación innecesaria).
Debemos abandonar el desorden, el peso muerto, cosas que guardamos que no nos ayudan, pero que ocupan espacio o gastan los recursos. Sacate de encima las cosas que no estás usando.
Talvez puedas asociarlo con otros ejemplos:
- Relaciones que no conducen a ningún lado o que, incluso, están llevandote a lugares opuestos a los que queres ir.
- Actividades en el trabajo o en la casa que te llevan a donde quieras dirigirte.
- Cosas que tenes o que estas pagando que no usas, o que no te traen un verdadero y duradero beneficio.
- Tiempo que dedicas que no contribuye a tu bienestar en tu misión u objetivo.
Llena hoy tu caries o arranca el diente. Y cuanto antes, mejor. Después de eso vas a tener disponible una nueva energía, recursos, tiempo y espacio para concentrarte en las cosas que tienen vida en ellas.
Se detiene la pérdida de energía negativa cuando damos lugar a las cosas positivas.
Y para terminar, otro aspecto problemático de permitir que las cosas negativas continúen más allá del tiempo es la forma en que la mente trata con ellas. Pensa un ratito, ¿Cuando se preocupa por temas molestos, evitados, no resueltos? La respuesta para la mayoría de nosotros es: cuando puede hacer poco por ellos. Cuando evitamos enfrentar las cosas en forma directa, suelen atraparnos en momentos en que no podemos abordarlos efectivamente.
Salomon nos dejo un gran proverbio “El prudente ve el peligro y lo evita; el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias” (Proverbios 22:3).
Si te encontras en una situación que no quisieras vivir, arreglala antes de seguir hacia adelante, o no avances sin darte cuenta de que estas eligiendo vivir con un diente que te duele.
Hace lo que puedas para arreglar lo que está mal y mejoralo. Perdona y reconciliate. Pero no dejes que las malas situaciones se instalen, se estanquen, se infecten y agoten tu vida. “Gran remedio es el corazón alegre, pero el ánimo decaído seca los huesos” (Proverbios 17:22). Movete rápido para tratar con cualquier cosa que esté aplastando tu espíritu.
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